Salvador Rueda es un niño muy muy pobre que vivía en una pequeña aldea con sus padres y seis herrmanos, que desde pequeño tiene que trabajar muy duro y no puede ir a la escuela y por lo tanto no sabe ni leer ni escribir. A pesar de su pobreza, de su vida tan injusta y de su pena, es un amante de la naturaleza y le encantaba pensar en poesías para las flores, animales, el paisaje. Gracias a un cura se enseña a leer y escribir, entonces al saber de su pasión por la poesía le ayuda a conseguir lo que más le gustaba, ser poeta.
A mí lo que más me ha llamado la atención es que a pesar de ser pobre quiere aprender y vé bien las cosas y nosotros que lo tenemos todos, no nos damos cuenta y no aprovechamos el tiempo, yo personalmente relacionaría esta historia con este refrán "no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos". Parece un cuento y no una realidad, como su propio título dice. Mari Carmen Leiva Martín 3ºA